Los calabacines gratinados son un acompañamiento sabroso, una receta sencilla y sabrosa para disfrutar de esta versátil verdura.
Cortados en rodajas o en palitos, los calabacines se cuecen al horno con pan rallado para que queden crujientes y parmesano y hierbas aromáticas para aromatizarlos y hacerlos verdaderamente apetecibles.
Incluso los más pequeños que se resisten a comer verduras seguro que lo agradecerán.
Un método de preparación muy rápido que cada uno puede enriquecer a su gusto con la adición de otros quesos, jamón o bechamel cremosa.
Dorados y sabrosos, ¡los calabacines gratinados desaparecerán en unos minutos!
Categoría: Guarniciones
Lavar bien los calabacines, luego recortarles los extremos y cortarlos en rodajas o en palitos.
Séquelos con palmaditas para eliminar un poco de humedad y luego transferirlos a una bandeja para hornear.
Vierte un poco de aceite y añade sal y pimienta al gusto.
En un bol mezclar el pan rallado con el parmesano rallado. Sazona al gusto con romero, tomillo o menta: si utilizas hierbas aromáticas frescas, pícalas finamente con un cuchillo.
Distribuimos esta mezcla sobre los calabacines y horneamos.
Cocinar en horno precalentado a 180° durante unos 20-25 minutos.
Para un resultado aún mejor, en los últimos minutos de cocción podemos encender el grill y añadir un chorrito de aceite.
¡Sírvelos aún calientes!
Si utilizas una sartén más pequeña, en la que los calabacines se superponen en varias capas, a medida que los vayas colocando, vierte un poco de parmesano y pan rallado también entre las capas intermedias y no solo en la superficie.
Una guarnición sabrosa y apta para todas las ocasiones.
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