Los ñoquis a la romana son un delicioso plato típico de la cocina popular de Lazio, preparado con una mezcla a base de leche, mantequilla y sémola de trigo duro.
Su característica forma circular y en lonchas los hace diferentes y particulares respecto a la forma típica de las albóndigas. Una vez listos, se gratinan en un horno con mantequilla derretida, queso pecorino romano rallado y, en algunos casos, con hojas de salvia. Perfecto para un almuerzo familiar o incluso para la mesa de fiestas.
¡Imposible no dejarse conquistar por el delicioso perfume que desprenden durante la cocción en el horno!
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Categoría: Pastas
Verter la leche en una cacerola grande y llevar a ebullición junto con la mitad de la mantequilla, la sal y la nuez moscada [1].
A continuación, vierta la sémola a lluvia mezclando rápidamente con un látigo a mano [2]. Continuar la cocción a fuego lento, revolviendo siempre hasta que alcance la consistencia cremosa, similar a la de una polenta.
Añadir las yemas ligeramente batidas [3]. Añadir también el parmesano, mezclar y retirar del fuego [4].
Transferir la masa aún caliente a una hoja de papel de horno [5]. Dóblalo en una forma cilíndrica y envuélvelo con uno de los extremos de la hoja para formar un rollo de unos 5 cm de diámetro [6].
Dejar enfriar durante unos 30 minutos y cortar en rodajas de aproximadamente 1 cm [7].
Coloque los ñoquis a la romana en una bandeja para hornear con mantequilla, superponiéndolos ligeramente. Sazona con mantequilla derretida, un poco de mantequilla, queso de oveja y hojas de salvia. Hornear las albóndigas durante unos 20 minutos a 180 grados, accionando el grill en los últimos minutos de cocción [8]. Hornear y servir inmediatamente.
Los ñoquis a la romana se pueden gratinar agregando bechamel u otros tipos de queso además de la mantequilla y el queso de oveja clásicos.
Para obtener una forma circular, es aconsejable enrollar la masa aún caliente en una hoja de papel de horno y dejar que se enfríe antes de cortar las rebanadas.
Se almacenan en la nevera durante 1-2 días.
Un plato para un almuerzo familiar.
El vino que más se presta a acompañar los ñoquis a la romana es sin duda un blanco firme, como el Alcamo Bianco Doc o el Bianco di Custoza Doc.
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