La pasta con almohada de cerdo (pasta a la gricia) es un gran clásico de la cocina del Lacio. Plato típico de la zona de Amatrice, también se llama 'amatriciana bianca' precisamente porque con la amatriciana comparte todos los ingredientes excepto el tomate.
Como ya sabían los pastores de esas partes, ¡incluso hoy en día la pasta de gricia es siempre una excelente opción para saciar con gusto una mesa de amigos de buen tenedor! Aquí está cómo prepararla.
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Categoría: Pastas
El toque extra para los golosos: si tiene pan casero rancio, agregue algunas migajas finas en el momento del mantecado. Al hacerlo, donará crujiente a la almohada y su gricia tendrá ese algo más que sugiere el conocimiento rústico de los pastores de Amatrice.
Si al final del almuerzo queda algo de pasta, ¡no te preocupes! Puede guardarlo en la nevera durante un día como máximo, colocándolo en un recipiente hermético. Para volver a ponerla en la mesa hermosa y buena como la primera vez, será suficiente saltearla en una sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y devolverle cremosidad con una pizca de pecorino.
Para resaltar las cualidades del pecorino y de la almohada, el vino adecuado para poner en la mesa es sin duda un buen Chianti Classico.
Su suavidad y su cuerpo típico conjugarán a la perfección el rico y sabroso sabor de su gricia, llevando al máximo la satisfacción de los comensales.
Si no tienes Chianti o simplemente no te gusta el rojo, puedes optar por un blanco aromático como el Tocai Friulano o un Pinot, fresco y afrutado. En cualquier caso, el consejo es elegir un vino redondo y evitar los sabores tánicos o agrios porque irían en contra de la pastosidad de la almohada, realzando el sabor salado del pecorino.
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