La mayonesa se encuentra entre las salsas más preparadas y apreciadas gracias a su versatilidad: de hecho, es perfecta para acompañar platos de carne o pescado, o para llevar a la mesa entrantes y guarniciones como la ensaladilla rusa o la ensalada Waldorf.
Prepararla en casa no es difícil, lo importante es que los huevos estén bien frescos y que sigas los pasos correctamente para evitar que la mayonesa se vuelva loca formando grumos que lamentablemente la hacen incomible.
Se necesitan muy pocos ingredientes, que normalmente ya tenemos en la despensa: huevos bien frescos, aceite de semillas, limón, sal y pimienta.
Esta salsa también se puede preparar en versión vegana sin huevo, utilizando leche de soja y mostaza. Una excelente alternativa para personas intolerantes o alérgicas al huevo, o para quienes siguen una dieta vegana. La mayonesa es una salsa completamente libre de gluten: de hecho, no se utilizan harinas para espesarla y todos los ingredientes son completamente libres de gluten.
El truco para lograr un éxito perfecto está en la elaboración de los ingredientes: ármate de paciencia y cuidado, porque la mayonesa se prepara en apenas unos minutos, pero es muy fácil cometer errores.
Categoría: Salsas y condimentos
Para preparar mayonesa es imprescindible que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente y no fríos del frigorífico. Además, todas las herramientas de trabajo deben estar perfectamente limpias y secas.
Empezamos a separar las claras de las yemas, y colocamos estas últimas en un bol. [1] Empecemos a batir a baja velocidad, siempre en el mismo sentido, para evitar que la mayonesa se vuelva loca. Al cabo de un rato echamos lentamente el aceite [2]: esta es la fase más delicada de la preparación, ya que el aceite hay que añadirlo muy lentamente. Lo ideal sería incorporarlo a los huevos gota a gota o como mucho vertiéndolo en chorro muy fino, continuando siempre mezclando la mezcla.
Cuando hayamos incorporado la mitad del aceite, añadimos sal y pimienta [3] y vertemos poco a poco el zumo de limón [4].
Completar añadiendo el aceite restante, siempre en chorro fino, muy lentamente y sin dejar de batir en el mismo sentido [5]. ¡Nuestra mayonesa está lista! [6].
Si la salsa queda demasiado espesa, puedes agregar aceite hasta alcanzar la consistencia deseada. Por el contrario, para que la mezcla quede más firme, puedes añadir una yema de huevo.
También podemos hacer nuestra mayonesa utilizando una batidora planetaria.
Preparación:
Introducir las yemas y poner en marcha la batidora planetaria con el accesorio batidor, empezar lentamente a velocidad 1 y luego 2.
Añadimos el aceite muy lentamente (lo ideal sería gota a gota usando un biberón de cocina) [1] y aumentamos la velocidad de la batidora cada 30 g de aceite incorporados. Vierta aproximadamente la mitad y luego agregue sal y pimienta [2].
Si queremos obtener una mayonesa aromatizada añadimos una cucharadita de mostaza o wasabi.
Para preparar mayonesa con huevos pasteurizados, colócalos enteros (con cáscara) en una cacerola apta para cocinar en el horno y cubrirlos con agua. Cocínelos a 55-60° durante 90 minutos.
Si prestas la debida atención y no tienes prisa, preparar mayonesa en casa no es una tarea complicada.
Sin embargo, si a pesar de todas las atenciones la mayonesa se vuelve loca (es decir, forma grumos), se puede intentar recuperarla mezclando en un segundo recipiente una yema de huevo con un chorrito de aceite y añadiendo poco a poco ( como máximo una cucharada a la vez) y muy poco a poco hasta la mayonesa loca.
Recomendamos consumir la mayonesa en las horas siguientes a su preparación. Se conservará hasta un par de días en el refrigerador.
Puedes utilizar esta receta fácil y rápida para preparar una deliciosa ternera con salsa de atún, por ejemplo.
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